Un tesoro escondido. Una explosión de decenas de colores. Un lugar de cuento. Todas estas definiciones no alcanzan a transmitir la belleza que alberga este fascinante bosque de ensueño. El Hayedo de Montejo, en el corazón de la Sierra del Rincón, es el único bosque de hayas de Madrid. En sus senderos, entre la luz y la penumbra, este bosque invita a detenerse, a escuchar el eco de la tierra y a reconocer en su quietud la profunda fragilidad de nuestro entorno. Recórrelo con nosotros y descubre parte de su encanto.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este rincón natural, donde cada hoja y cada rama parecen guardar un fragmento de historia, cumple cincuenta años bajo la protección de Sitio de Interés Nacional. El Hayedo es un refugio de vida y belleza, un museo al aire libre donde las estaciones dibujan un cuadro cambiante. Pero es en otoño donde cobra un tono especial con gran variedad de matices ocres, anaranjados y amarillentos.

Un museo natural en sorteo
El Hayedo de Montejo es, con sus más de 250 hectáreas, mucho más que un bosque. Para los visitantes y expertos, se trata de un auténtico museo natural al aire libre, donde la flora y fauna autóctonas conviven en un entorno que ha sabido adaptarse a los cambios climáticos de la región. Al estar situado en una zona de clima mediterráneo continental, este hayedo representa un ecosistema especial, ya que sus hayas, junto a robles y acebos, han tenido que adaptarse a condiciones de veranos secos e inviernos fríos y duros.
La riqueza de su biodiversidad es el alma misma del Hayedo de Montejo y la razón de su perdurabilidad como un enclave único. Aunque las hayas dominan el paisaje con su presencia majestuosa, comparten este refugio con una variedad de plantas que colorean y diversifican el entorno, creando un mosaico de vida que atrae a numerosas especies animales. En este santuario verde, jabalíes y zorros recorren sus caminos mientras aves como el águila calzada sobrevuelan las copas de sus árboles.
Para asegurar el equilibrio entre turismo y conservación, el acceso al Hayedo de Montejo está regulado y controlado desde 1989. Solo se permite la entrada a un número limitado de visitantes al año –alrededor de 20.000–, quienes deben recorrer los senderos acompañados por guías especializados que les explican la importancia y fragilidad de este ecosistema. Esta estrategia de visitas guiadas permite que el turismo, en lugar de perjudicar el entorno, se convierta en una herramienta para sensibilizar a las personas sobre la necesidad de proteger los espacios naturales.

Para acceder se debe entrar en el sorteo de pases gratuitos y limitados
Para obtener las entradas, se dispone de un sistema de sorteo de plazas que se gestiona a través de la página de reservas de la Sierra del Rincón. Los formularios de solicitud están disponibles a partir de las 9:30h entre los días 1 y 5 de cada mes para quienes deseen visitar el hayedo en la segunda quincena de ese mes y entre los días 16 y 20 para quienes planeen hacerlo durante la primera quincena del mes siguiente.
El bosque también se ha convertido en un espacio de gran interés científico. La adaptación de sus especies vegetales y animales a un entorno cambiante ha hecho del Hayedo de Montejo un lugar idóneo para la investigación sobre el cambio climático. Los estudios que aquí se realizan aportan valiosa información sobre cómo los ecosistemas pueden responder a las fluctuaciones climáticas y sirven como referencia para planificar mejor la conservación de otros espacios similares en el país y en Europa.
El futuro del Hayedo de Montejo parece estar asegurado gracias a este apoyo institucional y comunitario, pero su éxito depende de mantener el balance entre el acceso público y la protección del medio ambiente. Al despedirnos de sus senderos, queda en el aire la promesa de retorno y la certeza de que estos árboles, con sus raíces firmes y su sombra protectora, seguirán esperando en quietud, guardando su esencia para aquellos que buscan en la naturaleza un refugio y un aprendizaje profundo.