Es caer la noche en las principales ciudades venezolanas y las calles del hambre cobran vida. Un festín de música, charlas incesantes, aromas y sabores que embriagan a cualquier local o turista que se acerque. Puestos callejeros que ofrecen contundentes bocados como los típicos pepitos, las hamburguesas, arepas o las populares salchipapas. Ahora, esa experiencia culinaria se traslada al corazón de Madrid con El Punto Guay, un rincón en el Mercado Barceló que promete deleitar a los comensales con auténtica comida callejera venezolana. Bueno, y con su pepito XXL de casi 50 cm de largo.
El Mercado Barceló, situado en el barrio de Malasaña, suma a su oferta gastronómica con El Punto Guay toda una oda a las calles del hambre de Venezuela. No sabes con qué vocación, amor y cariño se elabora cada plato que ofrece un vendedor ambulante y, si es venezolano, todo eso es en doble ración. «Nosotros queremos trasladar aquí ese saber hacer venezolano y recrear en este espacio las populares calles del hambre que se convierten en punto de encuentro para los venezolanos», afirma Robert Vergara, responsable del local.
Estas calles del hambre son famosas en Venezuela por sus hileras de puestos que, especialmente durante las noches, ofrecen una variedad de platillos que satisfacen los antojos de los noctámbulos. Y son esas elaboraciones las que El Punto Guay incluye en su carta. Sus hamburguesas son jugosas, sus salchipapas llenitas de ingredientes, sus pepitos representan a la perfección la tradición venezolana y, ahora, su recién incorporado shawarma reinventa el plato turco con un prisma latino.
Tamaños XXL
Y aquí el tamaño (de los platos) sí importa. Así que vente con hambre porque ya te avisamos que sus raciones son contundentes. Sus salchipapas vienen cargadísimas de carne y de una ración fácilmente comen 4 personas. Su kebab es el más grande que hemos visto hasta la fecha. Sus perritos caliente llevan de todo: chorizo, pollo, beicon… Pero si algún plato se lleva la palma, ese es su pepito XXL, el Poderoso, de 1,5kg de peso y casi 50 cm de largo. «Lleva ternera, pollo, chuleta de Sajonia, queso, patatas paja, jamón, bacon, huevo frito, tomate, lechuga, queso Gouda rallado y las salsas de la casa», enumera el responsable.
Pero más allá de sus enormes platos, si algo te deja buen sabor de boca, es el excelente trato y calor que recibes por parte de todo el equipo del local. Sientes ese afecto y cercanía latinoamericana.«Nuestro país es pasión, alegría y, sobre todo, hospitalidad. Y eso queremos dejarlo latente en cada uno de nuestros platos», asegura el propietario. Además, también sus precios son bastante económicos y van desde los 2 euros, el perrito pequeño, hasta los 27 euros, el gran pepito. Además, tiene ofertas como en sus cervezas y un dos por uno en perritos calientes los miércoles.
Con todo esto, no sorprende que este puesto ya sea un punto de encuentro entre la comunidad venezolana de Madrid. «Un 70% de nuestra clientela es venezolana. Les apasiona lo que hacemos. Dicen que tenemos los mejores perros calientes porque saben puramente a calle», comenta Vergara. Entonces, ¿cuándo dices que te animas a conocer esta calle del hambre?