Un buen vermú con amigos o familia gusta a cualquiera y más aún con la llegada del buen tiempo. Madrid es la ciudad de las terrazas y guarda un montón de lugares perfectos donde disfrutar de ese vermú que tanto se agradece. Sobre todo, cuando es alguno de los vermús que en Reus, capital del Vermú, se hacen. Esta bebida que elaboran desde 1892 es emblema de la ciudad y, actualmente, concentra 8 marcas que siguen haciéndolo según el método tradicional. Además, cuenta con una Estación enológica; una ruta y un Museo del Vermut. Una escapada perfecta para este puente pero que, si te pilla algo lejos, puedes, al menos, deleitarte en alguno de estos espacios.
El jardín de Arturo Soria
En el número 207 de Arturo Soria se encuentra este vergel en la ciudad, un lugar donde la tradición y la calidad se unen para ofrecer una experiencia única. Desde su apertura en mayo de 2020, este espacio ha sido un refugio para los amantes del buen comer y donde desconectar con un buen vermú. El Jardín de Arturo Soria es famoso por su gran jardín y su salón acristalado, donde se puede disfrutar de platos como Huevos rotos con chistorra de Navarra o el exquisito cachopo asturiano. La nueva sopa de marisco y el carabinero a la brasa son la envidia de la sala y su arroz meloso con periquitos es para rebañar hasta el último grano. Los viernes ofrecen un plan perfecto con su cocido y copa, y los fines de semana se convierten en un paraíso para las familias con 3 horas de animación infantil.

Menudeo
Justo en frente de su hermano mayor, en Ortega y Gasset, 68, Menudeo se presenta como la nueva apuesta de los hermanos Romero. Este lugar es un homenaje a la tradición andaluza con un toque moderno y creativo. Aquí, la berenjena asada con boquerones y los langostinos al ajillo son solo el comienzo de un viaje culinario que sorprende con cada bocado. Las albóndigas de conejo son una delicia rara vez vista en la capital pero con un sabor sorprendente. Y para acompañar, nada mejor que su propio vermut de la casa, una bebida que captura la esencia del sur en cada sorbo.

La terraza del Santo Domingo
Ascender a la séptima planta del Hotel Santo Domingo, en la calle San Bernardo, 1, es descubrir un secreto a voces: La Terraza del Santo Domingo. Este espacio ofrece vistas panorámicas de Madrid y una carta que celebra la diversidad de sabores. Los taquitos de cochinita pibil y la hamburguesa de costillar son la perfecta compañía para una tarde de vermú. La coctelería de autor es ideal para prolongar la sobremesa y admirar el atardecer. Con zonas acristaladas y el nuevo ‘Balcón a palacio’, este lugar es un espectáculo en sí mismo, perfecto para disfrutar del vermú y el paisaje urbano.

Casa Camacho
Sumérgete en la historia viva de Malasaña en Casa Camacho, situada en la Calle de San Andrés, 4. Desde la década de 1920, este bar ha sido un punto de encuentro para los amantes del vermú. Con una decoración que apenas ha cambiado desde sus inicios, ofrece una experiencia auténtica de las tascas madrileñas. Sus famosos “yayos”, una mezcla única de gaseosa, vermú y ginebra, son el acompañamiento perfecto para una selección de tapas y raciones que incluyen patatas bravas, boquerones y bocadillos de jamón.

Taberna La Elisa
En la Calle de Santa María, 42, se encuentra Taberna la Elisa, donde el grupo TriCiclo expresa su versión más castiza. Este lugar es un homenaje a la cocina madrileña con platos reinventados que mantienen su esencia tradicional. Entre sus propuestas destacan las mollejas, el judión de la Granja y el asadillo Manchego. Y, por supuesto, no puede faltar el vermú de grifo, servido en un ambiente que evoca los sabores y aromas del Madrid más auténtico.

La Colmada
A pocos pasos de Casa Camacho, en la Calle Espíritu Santo, 19, La Colmada ofrece una experiencia única que combina una vinoteca y una tienda de ultramarinos con un bar de barrio. Especializada en conservas de alta calidad, este espacio es ideal para disfrutar de un vermú acompañado de embutidos y quesos selectos. La Colmada es el lugar perfecto para aquellos que buscan degustar y disfrutar de productos excepcionales en un ambiente acogedor y relajado.
