Los amantes del deporte están de enhorabuena, y es que, a diferencia del futbol, el baloncesto no para ni para tomarse el turrón. Este 29 de diciembre el WiZink Center acogerá el último gran espectáculo deportivo del año en Madrid, donde el equipo de la capital y el Barça disputarán la jornada 13 de la ACB. No es solo baloncesto, es un ritual deportivo y social que transforma la ciudad en una pasarela de adrenalina y ocio. Así que, si tienes pensado acudir el partido con entradas desde 40 euros, te dejamos un mapa de ocio para que disfrutes al máximo el día.
Tanto si eres un amante del baloncesto como si solo buscas una excusa para marcarte un antes y un después previo a la nochevieja, date una vuelta por alguna de las terrazas cercanas de la calle Jorge Juan o Lagasca. Opciones como Platea, un espacio gourmet bastante espectacular, te permiten empezar la tarde con un vermú que acompañe esa chispa que llevas dentro. Si eres más de tapeo gamberro, puedes dejarte caer por La Bientirada o La Máquina.

Y una vez has disfrutado de la previa a lo importante, el partido. A pesar de que ninguno de los dos llega en un estado óptimo, los partidos entre estos dos equipos nunca decepcionan. De un lado, los blancos bajo la renovada pizarra de Chus Mateo, quien ha mantenido la estructura del equipo priorizando la intensidad defensiva y el dominio de la pintura gracias a un Walter Tavares que, si te despistas, te coloca un tapón que aparece en todas las highlights de la semana. Por fuera, el Madrid todavía respira la veteranía de, Sergio Llull y la versatilidad de Gaby Deck y Mario Hezonja, capaces de romper defensas con su 1×1.
Y para ponerle el broche al partido, de noche también se juega en el postpartido. Gane quien gane, la celebración (o la excusa de ahogar las penas) es un must en la zona. La calle Goya y sus alrededores ofrecen un ambiente nocturno inmejorable para prolongar el subidón o soltar la tensión.
Si te va lo sofisticado, pásate por bares como Angelita Madrid o Salmón Gurú (un pelín más alejado, pero merece la pena). Y si te gusta el ambiente más castizo de tapas y cañas, los bares de Retiro (a escasos metros) son un acierto. Bien de tortillas, bravas y buena cerveza. Y si aún te quedan fuerzas para más, a unas paradas de metro, tienes la zona de Malasaña para terminar la fiesta. Vamos, que ya tienes el planning hecho.