La cocina mexicana es mucho más que tacos y totopos. A través de sus sabores intensos y su rica herencia cultural con platos de lo más diversos, nos invita a viajar por costumbres milenarias. Maro Azul, un restaurante en el Eixample de Barcelona, hace honor a esta riqueza, fusionando la frescura del mar con los sabores auténticos del Pacífico mexicano. Aquí, cada plato refleja una historia de tradición y un profundo respeto por la gastronomía ancestral.
Maro Azul ofrece una propuesta gastronómica única que busca representar lo mejor de la cocina mexicana, pero con un giro refrescante. Este restaurante se especializa en los frutos del mar y en una coctelería creativa que hace las delicias de los paladares más exigentes. Desde sus famosas tostadas de atún y ceviches frescos hasta su especialidad, el pescado a la talla, nos invita a redescubrir la gastronomía mexicana.
La experiencia busca trasladar al comensal al Pacífico. «Queremos representar la riqueza culinaria mexicana buscando la mejor calidad de los productos, cuidar el proceso y cotejar sabores, sin perder la propia identidad de los platillos. Nosotros nos enfocamos en el Pacífico de
México, de nuestra oferta quizás hay dos platillos que se pueden jactar como auténticos. El pescado a la talla, creado en Acapulco Guerrero ó los sopes con frijoles comida muy típica en cualquier región del país azteca», comenta el chef Juan Carlos Tielve. Este enfoque se refleja en su carta, que destaca no solo por la calidad de los ingredientes, sino por la meticulosa preparación de cada plato.
La decoración también está cuidada al detalle para reforzar ese ambiente playero. «La idea es crear por medio de la iluminación y la decoración una playa acorde con nuestra propuesta gastronómica, calidez y limpieza al máximo. Una cocina abierta que dé sensación de seguridad. Mostrar un México elegante y que invite a imaginar que estás en cualquier playa mexicana», indica el responsable.
Una cocina patrimonio de la UNESCO
Maro Azul no es solo un restaurante, es un homenaje a la tradición mexicana y su fascinante historia. «Poca gente sabe esto, pero la gastronomía mexicana está protegida por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad», señala Tielve. Este detalle resalta la importancia de una cocina que, aunque se asocia comúnmente con elaboraciones sencillas, esconde una profundidad cultural invaluable.
El pescado de talla es el gran protagonista de la carta. «El pescado a la talla se creó en las playas de Acapulco. Antiguamente, los pescadores salían a pescar y regresaban con sus barcas a la orilla del mar ahí mismo montaban lo adquirido y lo pasaban a las brasas y le ofrecían a la gente alguna salsa típica para aderezarlo y la gente lo consumía fresco y con tortillas», explica Tielve.
El aguachile es otro de esos platos tradicionales que recalcan la riqueza gastronómica mexicana. «Es una derivación del ceviche el cual es peruano pero la versión sinaloense se denominó aguachile que sin tener la leche de tigre característica del ceviche cumpliera las mismas funciones, en nuestro caso el verde lleva muy poco picante y es ideal para limpiar el paladar y poder después degustar platos calientes y con grasas, el rojo pica un poco más», cuenta el chef.
La coctelería de Maro Azul también juega un papel importante, con creaciones innovadoras que combinan la base del tequila y el mezcal con ingredientes como el yuzu o la guayaba, creando cócteles que cautivan por su originalidad y sabor. «La gente se atreve más a experimentar cosas nuevas en bebidas que quizás en la propia comida. Por eso, apostamos por la innovación constante en mixología», asegura Tielve.
Al final, lo que promete Maro Azul es un viaje culinario único, donde cada plato es una inmersión en la esencia mexicana. «Buscamos lograr que viajen por medio de la comida, las bebidas, el servicio y la ambientación a México», afirma el chef. Ahora solo te queda decidir cuándo te embarcas en este viaje.