Es uno de los cuadros más aclamados de la historia. Han corrido ríos de tinta sobre él y más de una teoría conspiranoica —best seller de Dan Brown incluido— y, aún así, sigue levantando pasiones. La última cena de Leonardo Da Vinci es un icono de la pintura universal. Es tan idolatrada que se tuvo que poner coto y solo 1.320 visitantes al día pueden pasar al convento de Santa María delle Grazie en Milán a verla. Pero, ahora, el Nomad Museo Inmersivo nos abre todos sus secretos en un viaje que trasciende los límites del tiempo y del arte. Hasta el 13 de abril, podrás sumergirte en la experiencia única que recrea a tamaño natural, la obra más enigmática de todas.
Con un audaz despliegue que recuerda más a la pantalla de un cine que a una obra sobre lienzo, llega esta exposición que te sitúa dentro de uno de los cuadros más importantes del Renacimiento. Y es que un equipo internacional lleno de historiadores de arte y expertos en artes plásticas ha recreado, con precisión casi obsesiva, esta legendaria obra, presentándola en un mural de 8,80 x 4,60 metros, donde cada trazo, cada matiz de color, se presenta con una fidelidad que desafía el paso de los siglos.
La técnica innovadora que empleó Leonardo da Vinci al combinar óleo y temple sobre yeso seco, aunque le permitió alcanzar un nivel de detalle y luminosidad sin precedentes, también condenó a la obra a un deterioro prematuro. Hoy en día, solo se conserva aproximadamente un 10% de la pintura original; el resto ha sido objeto de numerosas restauraciones a lo largo de los siglos. Pero con esta exposición lograrás apreciar detalles que, debido al deterioro y las limitaciones de acceso al original, son difíciles de observar incluso in situ.
Pero esta macro representación no es lo único que encontrarás, ya que la experiencia es tanto visual como auditiva. Una banda sonora original, impregnada de aires renacentistas, envuelve al espectador en un ambiente donde la experiencia artística se intensifica para intentar responder a la pregunta de si una obra que ha perdido su originalidad puede volver a sorprender.
Además, mediante proyecciones interactivas y el uso de gafas 3D, los visitantes pueden explorar las diferentes capas de la pintura, descubriendo detalles ocultos y comprendiendo las técnicas empleadas por el maestro renacentista.
Si buscas una cita con la historia, un momento para perderte en la grandeza y en los enigmas del Renacimiento, Nomad Museo te da la opción de sumergirte en una experiencia que desafía los convencionalismos porque, al final, el arte no deja de ser una seducción continua que nos invita a descubrir que, incluso después de 500 años, el cuadro de Da Vinci sigue siendo un misterio.