Hay un sofisticado restaurante en pleno barrio de Salamanca que te traslada a Galicia nada más cruzar sus puertas. Los Montes de Galicia es un refugio donde disfrutar de la rica gastronomía gallega, una embajada gastronómica de la tradición gallega, con un toque de innovación y vanguardia que lo ha convertido en un referente indiscutible de la capital. Y si no nos crees, toma nota de todo lo que te ofrece.
Desde su apertura en 1997 por José Espasandín, este establecimiento ha evolucionado desde un acogedor restaurante de barrio hasta ser reconocido como el mejor restaurante de Madrid y el cuarto de España según los Premios Traveller’s Choice de TripAdvisor. Bajo la dirección de su hijo, Daniel Espasandín, Los Montes de Galicia recibe a más de 6.000 comensales mensuales, que llegan atraídos por la promesa de sabores auténticos y una experiencia gastronómica de primer nivel.

La carta es una oda a los productos del Atlántico
El ambiente del restaurante combina elementos tradicionales con una decoración moderna y acogedora. La luz natural y la vegetación colgante crean una atmósfera que invita a relajarse y disfrutar, ya sea en una comida familiar o en una cena entre amigos. Se han mantenido elementos que evocan las raíces gallegas, como la madera y la piedra, pero integrados en un diseño contemporáneo que respira frescura y sofisticación.
Sabe a Galicia
La propuesta culinaria de Los Montes de Galicia no se limita a replicar la tradición, sino que la reinterpreta con técnicas contemporáneas y presentaciones elegantes. Aquí, la cocina gallega se despoja de su imagen más rústica sin perder un ápice de su esencia. La carta es una oda a los productos del Atlántico, con una meticulosa selección de ingredientes que buscan el equilibrio perfecto entre frescura y sabor. Los buñuelos de bacalao crujientes con alioli de ajo asado son el aperitivo ideal para empezar la experiencia: esponjosos por dentro, crujientes por fuera, con una intensidad de sabor que encuentra en el alioli el complemento ideal.

El rodaballo y el pulpo a la gallega son algunas estrellas de la carta
Para los amantes del pescado, el rodaballo con salsa romesco es un plato que no decepciona. Servido con un punto de cocción impecable, mantiene su jugosidad y deja que su sabor a mar se funda con la untuosidad y profundidad de la salsa romesco, aportando un toque sutil de frutos secos y pimientos asados. Y cómo no, su pulpo a la gallega que es otra de las estrellas.
Entre las carnes, el lomo bajo de vaca madurado durante 50 días es un imprescindible. Un plato que deja claro el respeto por el producto: una carne infiltrada de grasa, con un sabor profundo e intenso, servida en su punto óptimo para potenciar su textura y jugosidad. Un bocado que hará las delicias de los amantes de la carne roja.

El restaurante también ofrece joyas menos conocidas
Pero más allá de los platos estrella, el restaurante también sorprende con otras joyas menos conocidas, como la corvina al horno, que destaca por su delicadeza, o la empanada gallega de sardinas, que encierra en su interior el sabor puro de la costa atlántica. También el carpaccio de bacalao es muy sorprendente al igual que el sashimi de vieiras.
Una visita a Los Montes de Galicia no está completa sin probar sus postres, y aquí la tarta de queso se lleva todos los elogios. La tarta de queso gallego con confitura casera de mango es sencillamente espectacular: cremosa, con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, y con una textura sedosa que se deshace en la boca. Aunque solo sea por probar este soberbio postre, deberías visitar este espacio tan sibarita.