En pleno Corredor del Henares, Nuevo Baztán ofrece al visitante un recorrido único por el legado barroco madrileño. Sus calles ordenadas y su monumental palacio barroco narran la audacia de Juan de Goyeneche, un visionario que imaginó un enclave donde el progreso industrial y la belleza arquitectónica se fusionaran. Y de este sueño nació un pueblo donde el arte, la modernidad barroca, la industria y la apacible vida rural se abrazan a la perfección. Ya te aseguramos que va a ser tu próxima escapada.
Diseñado para combinar la vida cotidiana con la producción industrial, Nuevo Baztán es una joya barroca declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1941 y Bien de Interés Cultural en el 2000. Este pueblo fue concebido como un centro industrial y residencial en plena época barroca por lo que su diseño responde a un plan urbanístico avanzado, donde el arte y la funcionalidad se fusionaron para crear un entorno único.

Al recorrer el casco histórico, el visitante se encuentra con el Palacio de Goyeneche, emblema del municipio. Con su sobria elegancia, fue la residencia de su fundador y también el núcleo administrativo de las fábricas que alguna vez prosperaron aquí. La iglesia del pueblo, dedicada a San Francisco Javier, es la otra gran construcción del lugar y se alza como testigo de la fe y ambición de su creador. En el Centro de Interpretación, ubicado en la antigua bodega del palacio, es posible comprender el alcance del proyecto industrial de Goyeneche a través de modelos y audiovisuales.
Pasear por Nuevo Baztán también invita a recordar su faceta cinematográfica, ya que sus paisajes han sido escenario de películas icónicas como ‘El Zorro’ y ‘Los Tres Mosqueteros’. Para quienes buscan relajarse, las rutas naturales, como el sendero de Valmores, ofrecen una conexión con la tranquilidad del entorno.
Un visionario y su obra
Juan de Goyeneche (1656-1735), oriundo del Valle de Baztán en Navarra, fue un destacado empresario, periodista y mecenas de la corte de Felipe V. Su carrera comenzó como secretario del Cardenal Portocarrero, donde mostró un agudo entendimiento de la gestión financiera. Esto le llevó a ocupar cargos relevantes en la corte de los Austrias y posteriormente de los Borbones, consolidándose como un influyente hombre de negocios.

Inspirado por las ciudades industriales europeas, concibió Nuevo Baztán como un espacio autosuficiente, donde se producían desde tejidos hasta cristales finos. Goyeneche aplicó en su diseño urbano los ideales barrocos: simetría, orden y monumentalidad, rodeando las fábricas de viviendas para los trabajadores y sus familias. Combinó talleres, viviendas para los trabajadores y edificios emblemáticos como el palacio y la iglesia de San Francisco Javier para lograr tanto avance industrial como bienestar para los trabajadores.
Su obra no solo representa un hito arquitectónico, sino también una revolución económica y social, adelantada a su tiempo. Sentó un precedente importante en la planificación urbana y la integración de la arquitectura con la funcionalidad industrial. Aunque las fábricas cesaron su actividad en el siglo XIX, el legado de Goyeneche permanece como un testimonio de su genio.
Su inclusión en la red de los «Pueblos más bonitos de España» en 2021 refuerza su atractivo. Además de su riqueza monumental, la gastronomía local hace de este rincón del Corredor del Henares un plan imprescindible con el cordero como plato estrella y dulces como los repápalos, elaborados con vino y canela, o las puches, un tipo de gachas dulces. No es solo una visita al pasado, sino una experiencia que combina historia, naturaleza y la esencia del Madrid más barroco.