Una casita de madera como sacada de un cuento, al final de un camino repleto de frondosos árboles como tejos y chopos y junto a un lago que, raro es, no esté helado en invierno. Podría parecer una escena descrita en alguna guía de viajes de Finlandia, pero no, estamos en Madrid. En la Sierra Norte, a menos de 100 kilómetros de la capital, el Bosque Finlandés de Rascafría combina naturaleza y quietud. Con su lago, rodeado de altos abedules y pinos, y una cabaña que antaño fue sauna, este lugar invita a disfrutar de la calma y la belleza invernal. A menudo cubierto de nieve, se convierte en una de las estampas más buscadas del invierno madrileño.
Este rincón, conocido como el bosque finlandés o “El Potario”, es una recreación que surgió para celebrar el hermanamiento entre Rascafría y Helsinki en los años 80. El conjunto es un homenaje sensorial que transporta al visitante a un paisaje del norte de Europa. El lago helado, el embarcadero y la cabaña son los protagonistas de este paraje donde la naturaleza y el diseño se entrelazan, creando un lugar perfecto para fotografiar y disfrutar en cualquier época del año, aunque en invierno adquiere un encanto especial.
Muy cerca del bosque se encuentra el Monasterio del Paular
La ruta que lleva al bosque sigue el Camino del Papel, un sendero histórico que conectaba el Monasterio del Paular con un antiguo molino. Desde allí, debes dirigirte al puente del Perdón, que cruza el río Lozoya, en este recorrido pasarás por delante del Centro de Interpretación, donde aún funciona una oficina de información en la que conseguir un mapa e información sobre las excursiones que puedes hacer.
Rascafría más allá del bosque
A pocos minutos del bosque finlandés se encuentra el encantador pueblo de Rascafría, una joya de la Sierra de Guadarrama. Su punto más destacado es el Monasterio de Santa María del Paular, fundado en el siglo XIV, una parada obligada por su riqueza histórica y artística. Desde allí, puedes cruzar el Puente del Perdón, una construcción del siglo XVIII cargada de leyendas, para acceder al bosque o continuar hacia otras rutas, como la de las Cascadas del Purgatorio.
En Rascafría degusta platos tradicionales como el cordero asado
Rascafría también destaca por su oferta de turismo rural. Durante el invierno, las nevadas añaden un toque mágico a sus alrededores, ideales para paseos por lugares como Las Presillas, piscinas naturales que, al congelarse, ofrecen vistas espectaculares del valle Lozoya. Para los amantes de la gastronomía, el pueblo cuenta con acogedores restaurantes donde degustar platos tradicionales como el cordero asado o la sopa castellana, perfectos para entrar en calor tras una caminata.
Durante los meses fríos, el esquí de fondo y las caminatas con raquetas de nieve son actividades populares en la Sierra de Guadarrama. Desde el Puerto de Cotos, a pocos kilómetros del pueblo, parten rutas que permiten explorar las cumbres cercanas, como el Pico Peñalara, la montaña más alta de la Comunidad de Madrid. Tanto si buscas un rincón tranquilo para relajarte como si prefieres explorar rutas y descubrir rincones únicos, Rascafría y el Bosque Finlandés son una elección inmejorable. Al fin y al cabo, no todos los días puedes sentirte en un cuento de Hans Christian Andersen.