«No tiene hijos ni marido, pero todo el mundo la llama Mamma». Así comienza la leyenda de Mamma Pazzo, la figura hedonista y rebelde que da vida a este espacio único donde la alegría y el disfrute son protagonistas. «Empezamos este sueño hace aproximadamente un año y medio», comparte el equipo creativo detrás de Mamma Pazzo. «Viajamos por Europa, empapándonos de la rica gastronomía mediterránea, pero siempre con el corazón puesto en Italia», agrega. La incorporación de Marco Angeloni, chef napolitano con amplia trayectoria en hoteles de lujo, fue clave para materializar esta visión. «Marco fusionó la tradición con nuestra propuesta extravagante, dando lugar a platos que son verdaderas obras de arte», aseguran.
Conquistar el paladar de los valencianos más tradicionales no es facil, por eso desde Mamma Pazzo buscan crear combinaciones únicas. «Queremos conquistar todos los paladares, sin perder la esencia de la auténtica cocina italiana», afirma el equipo. Con la llegada de Sergio Paolini como chef ejecutivo, la propuesta gastronómica se ha revitalizado. «Sergio aporta una visión moderna, sin olvidar sus raíces italianas. Ha actualizado nuestra carta, perfeccionando cada plato para ofrecer una experiencia única», explican.
La carta de Mamma Pazzo es un viaje sensorial por Italia, con toques modernos que deleitan al paladar más exigente. Entre sus platos destacan una increíble carbonara sin nata, sin trucos, solo la receta original con ingredientes de primera calidad que honran la tradición romana o sus croquetas. También son imprescindibles la receta que fusiona la burrata con el tomate valenciano y pesto de rúcula y su tiramisú casero que elaboran siguiendo una receta familiar tradicional.
La filosofía de Mamma Pazzo es clara: calidad, pasión e innovación constante. «Trabajamos con los mejores productos, renovamos la carta periódicamente y siempre buscamos sorprender», comentan. «Nos inspiramos en nuestras visitas a Italia y en los sabores que hemos descubierto en nuestros viajes», añaden.
Desafíos que fortalecen
Los comienzos nunca son fáciles, ni siquiera cuando se tiene éxito y Mamma Pazzo no fue la excepción. «El mes de marzo fue especialmente desafiante», recuerdan. «Con solo tres meses desde la apertura, ya atendíamos a más de 4.500 comensales al mes. Tuvimos que adaptarnos rápidamente para mantener la excelencia en cada servicio». Este reto no hizo más que reforzar su compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente.
Pero pese a los desafíos constantes en Mamma Pazzo cada día es una fiesta. Los cócteles de autor, la música envolvente y la energía contagiosa del lugar invitan a celebrar. «¡Festa! Ma che bella, questa festa…», es el lema que se vive y se siente en cada rincón. Es más que un restaurante; es un lugar donde se celebran la vida, la amistad y la buena mesa. Visitar Mamma Pazzo es embarcarse en una aventura culinaria y sensorial. Es dejarse sorprender por sabores auténticos, ambientes mágicos y el carisma de una Mamma que, sin ser madre, acoge a todos como si fueran de su familia.