En las profundidades de la majestuosa Ópera de París, un genio musical desfigurado observa desde las sombras, atrapado entre la oscuridad y una pasión inquebrantable por la joven soprano Christine Daaé. Este relato de amor, arte y obsesión, que ha cautivado a generaciones, resurge con fuerza en Madrid, donde ‘El Fantasma de la Ópera’ se presenta en el UMusic Hotel Teatro Albéniz hasta el 20 de abril de 2025.
La historia de ‘El Fantasma de la Ópera’ nació en 1910 de la pluma del escritor francés Gaston Leroux, quien, inspirado en los pasadizos y leyendas del Palais Garnier de París, creó un relato de pasión, obsesión y tragedia. Y de esta novela, hizo Andrew Lloyd Webber uno de los musicales más aclamados de todos los tiempos. Un triángulo amoroso entre el misterioso Fantasma, la cantante Christine Daaé y el aristócrata Raoul que se enmarca en un ambiente gótico y atrapa desde la primera nota.
Desde su estreno en Londres en 1986, ‘El Fantasma de la Ópera’ ha sido un referente indiscutible en el mundo de los musicales, con más de 70 premios y presentaciones en 195 ciudades y 21 idiomas. Madrid no es la excepción; la producción actual, dirigida por Federico Bellone y con la dirección musical de Julio Awad, es muy fiel al espíritu original y su innovadora puesta en escena.
El elenco brilla con luz propia. Gerónimo Rauch, actor argentino de 46 años, retoma el papel del Fantasma, un personaje que ha interpretado en numerosas ocasiones, tanto en España como en el West End de Londres. Su interpretación aporta una profundidad emocional que ha sido elogiada por crítica y público. Talía del Val encarna a Christine Daaé, la joven soprano que se convierte en el objeto de deseo del Fantasma. Su actuación destaca por una combinación de vulnerabilidad y determinación, aportando una nueva dimensión al personaje. Guido Balzaretti completa el trío protagonista en el papel de Raoul, ofreciendo una convenciente interpretación que añade tensión al triángulo amoroso central.
Las actuaciones sobrecogen y el talento que derrocha cada uno de los artistas deja sin palabras. La conexión que tienen los personajes y todo el carisma del que hacen gala llega al patio de butacas con momentos que combinan el romance y una gran tensión propia del thriller con otros instantes más distendidos y divertidos. Incluso, en un momento dado, los personajes actúan entre las butacas logrando que los espectadores se sientan aún más parte de la historia.