En una era dominada por pantallas y algoritmos, ‘El viaje‘ nos propone una travesía emocional hacia una década donde la música y las conexiones humanas eran protagonistas. Este musical, que se presenta en el Teatro Reina Victoria, fusiona la energía del pop-rock ochentero con una narrativa contemporánea que cuestiona nuestra relación con la tecnología y la memoria.
La trama gira en torno a Dani y Néstor, creadores de una empresa de inteligencia artificial que desarrolla un software capaz de recuperar recuerdos perdidos por el Alzheimer. Cuando la hija adolescente de Dani, Ali, protagoniza un arriesgado acto para ganar seguidores en redes sociales, su padre decide utilizar la tecnología para mostrarle cómo era la vida en los años 80, una época sin móviles ni redes sociales, pero llena de momentos auténticos y memorables.
La historia plantea preguntas sobre la autenticidad de nuestras experiencias
El espectáculo destaca por su combinación de música en vivo y efectos visuales que transportan al público a momentos históricos clave, como la caída del Muro de Berlín o el triunfo de Maradona en el Mundial. Con temas icónicos de artistas como Queen, Michael Jackson y Prince, interpretados por una banda en directo, ‘El viaje’ ofrece una experiencia sensorial que evoca la esencia de los años 80 con mucho humor.
Memoria e identidad
Más allá de la nostalgia, ‘El viaje’ invita a reflexionar sobre cómo la tecnología influye en nuestra percepción de la realidad y en la construcción de nuestra identidad. La historia plantea preguntas sobre la autenticidad de nuestras experiencias y la importancia de preservar los recuerdos que nos definen como individuos.
Es una meditación sobre el sentido de la memoria
‘El viaje’ no se limita a ser una postal brillante de los años 80, ni un simple desfile de hits icónicos. Es una meditación sobre el sentido de la memoria en una época donde todo parece programable, editable y desechable. El musical nos recuerda que el pasado no es solo un archivo, sino que es una emoción, un olor, una canción que nos marcó sin que lo supiéramos. Y que, quizás, lo verdaderamente humano no es recordar con precisión, sino sentir con verdad.
‘El viaje’ se despide como lo hacen los recuerdos más intensos: sin aspavientos, pero con una huella profunda. En su cruce entre nostalgia y futuro, entre humanidad y tecnología, deja en el espectador una pregunta tan sencilla como poderosa: ¿Qué recordaríamos si pudiéramos elegir? ¿Tú qué responderías?